top of page

Gracias Doctorcito

Le dijo un padre a su hijo:

– Todas las personas dentro de nosotros llevamos un lobo bueno y otro malo.
– Preguntó el hijo: ¿Quién gana?
– Contestó el padre: Al que tu alimentes.

Conocí a Emilio, cuando el Universo terminó su trabajo. Empezó el mio, estaba preparada era “mi momento”.
Llegó a Madrás una mujer paralizada y atrapada en una niña de 14 años. Harta de vagar entre sillones de psiquiatras y psicólogos. La experiencia    traumática de perder a mi madre en un minuto y sentirme culpable, me impedía crecer. Vivía errante en mi propio YO, no podía no sabia crecer. Solo sobrevivía el día que se presentaba. Me refugié sin saberlo en ayudar a los demás. Daba lo mejor de mi a desconocidos ignorando que la que mas   necesitaba esa ayuda era yo misma. Portaba en mi espalda una mochila con sobrepeso, cargada de malos recuerdos, peores experiencias, mas dolor y mucha tristeza. Largas sesiones con el “Doctorcito”, me han ayudado a aflorar a esa niña perdida, a reconciliarme conmigo, con mi pasado, a entender que era lo que me había tocado vivir, que mi madre jamás me abandonó que siempre está a mi lado que forma parte de mi vida. Trabajar con Emilio es duro muy duro, las herramientas están todas dentro de nosotros pero tenemos que descubrirlas. Él te ayuda, te comprende, te quiere, ríe y llora contigo pero te exige que trabajes tu interior cada segundo cada minuto. Te exige perseverancia, rigor, respeto que aprendas a quererte a amarte. Que cosas tan sencillas pero que poco tiempo dedicamos a cultivarlas. Algunas veces he salido de Madrás enfadada con Emilio. Ahora comprendo que descargaba con Él mi miedo. Cuando volvía jamás ha habido reproches, todo lo contrario esa sonrisa amplia ese gran abrazo, ese corazón tan grande, tan lleno de amor. Me ha recibido como un padre a su hija. Con Emilio he vivido experiencias maravillosas, después de 2 años ya soy la mujer que me corresponde, he tomado las riendas de mi vida y por extensión la de mi familia. Siempre está presente en mi casa y en mi corazón. Cuando lo necesito está ahí, jamás he recibido una negativa a cualquier duda que le haya planteado. Quiere verme feliz.
El verano pasado, en muy poco tiempo , perdí a Cali mi perrita. De nuevo me vi sumida en la tristeza más profunda. Ahora comprendo que aun no   había terminado de crecer interiormente. También he comprendido que mi madre puso a Cali en mi camino para que me cuidara, para que se llevara el mal que me estaba reservado. Emilio puso en marcha la maquinaria, encajó las piezas de un gran puzle para devolverme la sonrisa. Me regaló a Ali.
Solo puedo decir que el “Doctorcito”, ha venido a este mundo para ayudarnos con nuestras dificultades, para reconciliarnos con nosotros, para enseñarnos a tener paz interior.
Ahora vuelvo a tener esas charlas tan agradables. Tengo una hija adolescente con 14 años. Quiero que ella no cometa los errores que a mi me han acompañado gran parte de mi vida cargada de pena.
He aprendido a construir mi camino, asentarlo con buenos cimientos. He aprendido  a vivir.
Me ha enseñado la humildad, el amor, hacer comprensión. En definitiva me he convertido en la persona que soy. He despertado de mi letargo.

Gracias Doctorcito por cuidarme

Gracias Doctorcito por quererme.

EmilioM Rodríguez
696 587 251

 

Síguenos en Facebook: facebook.com/emilio.moralesrodriguez.5

                                       

Síguenos en Instagram: @emiliomoralesrodriguez

 

  • facebook-square
  • Black Instagram Icon
bottom of page