Emilio para mí es la llave maestra

Emilio para mí es la llave maestra que abre cualquier cerradura o candado.

Conocí a Emilio por casualidad, como ocurre con todas las cosas buenas de la vida. Llevaba años buscando una salida que me condujera de la oscuridad hacia la luz y siempre erraba el camino, había leído mucho, me había trabajado ( o eso creía yo); pero siempre recaía en la misma tristeza y soledad; no encontraba mi sitio, me sentía diferente a los demás y tenía problemas de sueño, aceptación, en resumen no era feliz. Siempre he sido muy luchadora y cada vez que caía me volvía a levantar aunque sin darme cuenta nunca estaba en el mismo piso sino un poco más abajo, hasta que llegó la enfermedad física, grave y con consecuencias. Unas consecuencias que me costaba aceptar. En esa situación de no aceptación, tristeza, ira contra todos y contra mi misma, en ese deambular sin rumbo, conocí a Emilio.
Cada día que salía del gabinete lo hacía con fuerzas renovadas, de hecho pasado un tiempo escribí:
Siento que sonrío más a la gente, antes me sentía cohibida, ahora voy con más aplomo, sin importar lo que piensen los demás , con más seguridad. Creo que eso se transmite.
Soy más afable y no me enfado con tanta facilidad.
Enfrento mejor la frustración, si algo no sale como pensaba no me martirizo por ello en seguida lo olvido.
Me tomo las cosas con más sentido del humor. Eso me lo agradecen los que están a mi alrededor.
Me tranquilizo a mí misma, dejo para el día siguiente lo que no puedo hacer hoy, por mínima que fuera la cosa antes me causaba ansiedad y sensación de fracaso.

Después de un tiempo todo ello se consolidó y ahora camino sola. Es verdad que sigue habiendo trompicones, pero tienes las herramientas para levantarte y continuar, además Emilio está siempre ahí, siempre que lo necesitas.
Creo firmemente que la vida es un CAMINO para llegar a una meta, lo que ocurre es que para llegar a ella existen una amplia gama de vías: las carreteras nacionales, las comarcales, incluso senderos para ir a pie. Nosotros decidimos qué camino tomar. A veces sólo somos capaces de ver el sufrimiento de ese camino pedregoso o esa carretera secundaria por la que no transita nadie y el coche nos ha dejado tirados. A veces el coche se arregla solo o lo arreglamos nosotros o quizá alguien que pasaba por allí nos ayudó, pero seguimos por esa misma vía. Sólo cuando nos damos cuenta de la señal de salida hacia la autovía y somos conscientes para tomarla volvemos a ella y entonces el CAMINO es más suave y agradable, desde ella vemos más y mejor pues está más alta que las demás vías, es más amplia y está más iluminada. Eso es lo que me ha ocurrido y sólo había que tener fe, confianza en uno mismo, CREER en ti y en tus posibilidades, El milagro ha empezado y deseo de todo corazón poder transmitirlo a aquellos que puedan o sepan escuchar con el ALMA.
Por todo lo que me has transmitido y enseñado, por estar ahí muchas gracias Emilio